El anuncio del iPad ha puesto la lucha por los estándares en la web, Flash y HTML 5 bajo el foco del «hype» que siempre rodea a los lanzamientos de Apple. Lo cierto es que aunque ahora esté en su momento de apogeo en lo que a cobertura informativa se refiere, la toma de posturas respecto a qué tecnologías se utilizarán para la web del futuro viene sucediéndose en los últimos años. En esta película hay varios actores y, aunque Apple va a tener su peso, lo cierto es que apostaría por Google y Microsoft – además de Adobe – como principales protagonistas de la trama. «El bueno, los feos y los malos», versión estándares web
El bueno, HTML5
El rol de bueno de película está siendo otorgado casi sin discusión a HTML5, el nuevo estándar que trae la vaga promesa de librarnos de los runtimes propietarios en la web. Y es que aunque Adobe ha hecho esfuerzos liberando herramientas, el runtime de Flash sigue siendo código propietario y no está en las quinielas que lo liberen. Su apuesta es que los algoritmos de procesamiento de gráficos vectoriales siguen siendo una ventaja competitiva y guardan las patentes como oro en paño.
HTML5 trae la posibilidad de que el vídeo – terreno dominado casi por completo por Flash – pueda distribuirse sin pasar por el aro de Adobe. Curiosamente esto hace que otro debate sobre estándares abiertos en los codecs cobre mayor actualidad, Youtube y otros actores están apostando por la fórmula «HTML5 + H.264 como códec», algo que Mozilla entre otros no aceptan al no ser un codec abierto (JaviPas lo resume). Aquí tenemos otra batalla económica, quienes han optado por codecs abiertos como Theora+Vorbis+Ogg no pagan las patentes de H.264, pero pueden sufrir los costes de mayor coste de ancho de banda al perder en compresión (más información al respecto en el blog de Dailymotion y aNieto2K.
No se trata en todo caso, sólo del vídeo, HTML5 es muy relevante en otros aspectos del desarrollo web, desde las RIA (aplicaciones ricas), como soporte offline, gestión de errores, unificación del renderizado de la página… Víctor hace tiempo hizo un especial con las novedades de HTML 5 en Anexom.
Los malos, Flash de Adobe y Silverlight de Microsoft
A Microsoft y a Adobe les toca el papel de malos en esta película. Ambos tienen una apuesta firma por runtimes propietarios como motor de la web, algo que rompe la propia naturaleza de la red: acceso desde cualquier nodo, sea cual sea la tecnología cliente. Flash ha logrado un nivel razonable de calidad multiplataforma y como explica Enrique un porcentaje de instalaciones brutal en ordenadores personales. Su frontera más significativa son los móviles (a pesar de ofrecer «Flash de verdad») y las plataformas cerradas, donde no es ni de lejos tan relevante. En vídeo se han convertido en la tecnología por excelencia, con un gran negocio de licencias y herramientas de desarrollo, pero los últimos movimientos hacen aparecer negros nubarrones en su visión de ser el nuevo Java.
En el lado de Microsoft, llevan años con lo misma tónica con Silverlight, maravilla técnica que casi nadie utiliza. Apostar por una tecnología propietaria de Redmond para construir el futuro de la web es algo que muy pocos están considerando una buena idea, a pesar de que como producto Silverlight es brillante. Aunque parezca un disparate, veo antes a Microsoft liberando Silverlight que a Adobe, que tiene mucho más que perder.
Los feos, Google, Apple… y de nuevo Microsoft
Apple lleva años rechazando Flash en iPhone y vuelve a poner el debate sobre la mesa con iPad. Sin embargo, los actores principales en la lucha entre HTML5, Flash y Silverlight son, en mi opinión, Google y Microsoft. El primero con una apuesta decidida por HTML5 desde hace años como explica este artículo de O´reilly, a pesar de lo cual algunos como Scoble le señalan como posible salvador de Flash atendiendo a su competencia con Apple. No lo creo, Google lleva mucho tiempo detrás de HTML5 en cuyo desarrollo ha influido y rechazando Flash y Silverlight a la hora de construir sus aplicaciones web.
Pero quien tiene gran parte de llave que puede acelerar la adopción de HTML5 es Microsoft con el soporte en Internet Explorer actor sin el cuál no se puede pensar en llegar al gran público en la web «de verdad». Apple puede restringir qué tecnologías se ejecutan en sus dispositivos cerrados, Google y otros pueden intentar empujar HTML5, pero hoy día desarrollar una aplicación web que no funcione en Explorer es renunciar a gran parte de los usuarios… y no sólo a los poco expertos, también a muchos corporativos en cuyas empresas sólo está hmologado el uso del navegador de Microsoft.
El desenlace de la película
Todavía no sabemos el final, pero sí mucho de los intereses que se entretejen en ella. En 2010 probablemente no sepamos cómo acaba, pero sí es probable que asistamos al continuo acose y derribo de Flash, para el que Adobe no parece encontrar socios de garantías que lo defiendan. Si no hay un giro inesperado en el mercado de los navegadores – que tiende de una forma pausada al fin de la hegemonía de Explorer – será Microsoft quien tenga la llave para acelerar un proceso en el que parece que tiene poco que ganar: imponer Silverlight se antoja muy complicado y salvar a Adobe tampoco es su sueño hecho realidad.
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